La Red Sindical de Cooperación al Desarrollo de la CSI ha mantenido una reunión el 25 y 26 de octubre en Bruselas, con tres puntos principales en el orden del día:
-Criterios sindicales sobre la participación del sector privado en la cooperación;
-Implicación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la consecución de los ODS;
-Preparación de informes sindicales sobre la situación de los ODS en cada país que sirvan, además, como contrapunto a los informes gubernamentales que se discutan en las Conferencias de Alto Nivel en Nueva York sobre la situación de cumplimiento en los países que de forma voluntaria lo hagan cada año.
España es uno de los países que en julio de 2018 presentará un informe ante la ONU y los sindicatos españoles nos hemos comprometido a realizar conjuntamente un informe ‘sombra’ que muestre los datos de los indicadores prioritarios sindicales y nuestra opinión sobre el grado de compromiso de nuestro gobierno con respecto a los ODS. Un instrumento a utilizar es cotejar las políticas y presupuestos necesarios para el cumplimiento de los ODS y contrastarlos con las recomendaciones de la UE en el Semestre Europeo u otros instrumentos de las políticas de estabilidad y crecimiento económico europeo.
En cuanto a los criterios sindicales sobre la participación del sector privado en la cooperación, la discusión no cerrada es la búsqueda de criterios que fijen la idoneidad del receptor de la ayuda, en función de respeto a las convenciones de la OIT y otras buenas prácticas, pero también, a posteriori, por la fijación de normas de diligencia debida. Este asunto es muy relevante, ante la oleada de promoción para que el sector privado ocupe cada vez más un lugar relevante en la cooperación, y la preocupación sindical de fijar unos criterios se amplía a que éstos sean respetados por las grandes instituciones ejecutoras de proyectos, Banco Europeo de Inversiones y otras agencias multilaterales.
Por otro lado, el año próximo la Conferencia de la OIT girará sobre cómo desde la OIT se puede contribuir al cumplimiento de los ODS. Carlien Van Empel, responsable del Apoyo para la Cooperación, explicó que los proyectos que realiza la OIT vienen dictados por un mandato de consenso tripartito y proyectos finalistas financiados voluntariamente por determinados países. Se intenta que sean generalmente de pequeño importe, para favorecer su desarrollo por pymes y asociaciones locales y lograr resultados concretos que hagan realidad las diferentes Convenciones de la OIT. Se busca una implicación y participación de los agentes sociales en los programas nacionales para universalizar el trabajo decente con la interacción con las discusiones sobre el futuro del trabajo. Otro aspecto reseñable de su intervención fue la descripción de la reforma de las Naciones Unidas bajo el paraguas de eficacia y ahorro que, entre otros aspectos, traería una unificación de la representación de las agencias de las Naciones Unidas en cada país y el peligro de invisibilizar o perder el carácter tripartito de la OIT.
Por otro lado, Konstantinos Papadakis, especialista de la Unidad de Diálogo Social, reveló que en el 80 % de los países pertenecientes a la OIT o la totalidad de los organismos de financiación internacional, el FMI, el Banco Mundial tienen diseños de diálogo social o hacen énfasis en la importancia de que exista un diálogo social, que esté institucionalizado y que forme parte de la cultura y gobernanza. Pero, también, señaló que la calidad de ese diálogo social, si se da, tiene graves carencias reales, como se demuestra en la reducción del número de trabajadores cubiertos por la negociación colectiva, la reducción del peso de los salarios en la Renta Nacional de los países y el aumento de la desigualdad.
Desde la USO se les preguntó por el desarrollo de la Declaración de Tripartita de la OIT de principios sobre multinacionales y la política social o el papel de la OIT en las discusiones de un posible tratado jurídicamente vinculante sobre transnacionales y derechos humanos. Esos expertos, muy especializados, no tenían una información destacada o incluso ignoraban esas parcelas que para el mundo sindical y también para lo que significa la OIT debería estar entre los instrumentos prioritarios a promocionar y desarrollar.
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